TOMATE ROSA DE BARBASTRO

El tomate es una especie hortícola cultivada a nivel mundial. Continuamente se generan y adaptan a su cultivo nuevas tecnologías con el fin de lograr un producto qeu responda a las exigencias del mercado. Estas son principalmente la uniformidad, frescura, color, madurez, forma de presentación y envases.

El mercado está dominado por grandes empresas de producción de semilla híbrida procedente de diferentes partes del mundo en cuyo desarrollo y selección han primado las características comerciales, morfológicas, fisiológicas y de resistencia a plagas.

La firmeza de los frutos para conseguir su larga duración ha ido ligada a una pérdida del sabor tradicional, con lo que demanda del consumidor ha quedado en segundo plano pues con frecuencia los altos rendimientos están inversamente relacionados con algunos aspectos de calidad como es el sabor.

Pero todavía quedan cultivadores locales, que habían desaparecido del gran cultivo. El tomate rosa se ha cultivado en el Somontano de Barbastro y otras comarcas próximas de forma tradicional generación tras generación. Reconocido por sus cualidades organolépticas frente a actuales variedades cultivadas de forma masiva ofrece unas posibilidades de comercialización dentro de una gama de productos de gran excelencia gustativa.

El Tomate Rosa de Barbastro es una variedad de tomate con unas características especiales. Desde el año 2016, el Tomate Rosa de Barbastro está registrado por el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA) del Gobierno de Aragón como variedad, según el Instituto Nacional de Semillas y Plantas de Vivero.

La Sociedad Cooperativa Limitada Agrícola de Barbastro es la única entidad con autorización para la selección, multiplicación y conservación de la especie vegetal.

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TOMATE ROSA DE BARBASTRO

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DESCRIPCIÓN

AGRONÓMICA

El Tomate Rosa de Barbastro es una variedad rústica que se adapta bien a distintos tipos de suelo, aunque alcanza su máximo potencial en suelos francos, donde desarrolla mejor su estructura y sabor característico.

La siembra se realiza en líneas pareadas, con una distancia entre plantas de aproximadamente 0,60 metros, pudiendo establecerse con o sin acolchado plástico, según las condiciones de cultivo.

La poda puede realizarse a uno o dos brazos. En el caso de la poda a dos brazos, se recomienda conservar el brote situado justo debajo de la primera flor, aunque esta variedad suele bifurcarse de forma natural en la mayoría de los casos.

Requiere un riego abundante y frecuente, ya que no tolera el estrés hídrico, siendo este un factor clave para mantener la calidad y el calibre del fruto.

 

CARACTERÍSTICAS DE

MADURACIÓN Y CALIDAD

DEL FRUTO

El color rojo característico del tomate se desarrolla durante la maduración gracias a la síntesis de pigmentos carotenoides, especialmente el licopeno, responsable del tono rojizo y del alto valor antioxidante del fruto.

La temperatura óptima de maduración se sitúa en torno a 20 °C. Cuando los frutos se desarrollan a temperaturas superiores a 25 °C o se cosechan antes de alcanzar su color completo, tienden a presentar un color menos intenso y una textura más blanda.

El tomate es un cultivo sensible a alteraciones fisiológicas derivadas de prácticas de manejo inadecuadas o de la interacción entre factores genéticos y ambientales.
Estas alteraciones pueden manifestarse durante el desarrollo o tras la cosecha, afectando la calidad comercial del fruto.

Entre las más comunes se encuentran:

  • Podredumbre apical (Blossom-end rot)

  • Grietas radiales o concéntricas (cracking)

  • Manchas epidérmicas por lluvia

  • Textura esponjosa o blanda (puffiness)

  • Coloración verde o amarilla persistente

  • Maduración irregular (blotchy ripening)

CARACTERÍSTICAS

ORGANOLÉPTICAS

El sabor del tomate es el resultado de una combinación compleja de factores genéticos, nutricionales y ambientales. Entre los más importantes destacan el contenido de azúcares, el grado de maduración, la nutrición vegetal, el genotipo y el manejo poscosecha.

La intensidad y equilibrio del sabor dependen principalmente de la proporción de azúcares (glucosa y fructosa), ácidos orgánicos y compuestos volátiles. Estudios han demostrado que los consumidores asocian un mejor sabor con un mayor contenido en sólidos solubles (SS), y que una alta relación SS/acidez genera una experiencia gustativa más agradable (N. Iglesias, 2006).

La luz solar desempeña un papel fundamental en la síntesis de azúcares durante el desarrollo del fruto. Además, la nutrición equilibrada contribuye directamente a mejorar su calidad y sabor:

  • Un adecuado aporte de fósforo (P) y potasio (K) mejora el dulzor, la textura y el color.

  • Un exceso de nitrógeno (N), en cambio, puede reducir la intensidad del sabor y afectar negativamente la calidad final.

En resumen, un manejo agronómico equilibrado y

sostenible es clave para conservar el sabor

auténtico y la calidad diferenciada del Tomate

Rosa de Barbastro.